RUTA 24: ASCENSIÓN AL PICO ABANTOS Y SUS FAMOSAS ZETAS
"Al final te das cuenta que lo pequeño siempre es más importante. Las conversaciones a las tres de la mañana, las sonrisas espontáneas, las fotos desastrosas que te hacen reír a carcajadas, los poemas de diez palabras que te sacan una lágrima. Los libros que nadie más conoce y se vuelven tus favoritos, una flor que te pones en el cabello, un café que te tomas solo... Eso es lo que verdaderamente vale la pena; las cosas diminutas que causan emociones gigantescas."
Fotografía tomada en lo alto del Puerto de Abantos en la divisoria de las provincias de Madrid y Avila considerado como el puerto mas duro de la provincia de Madrid excluyendo el tramo de cemento de la Bola del Mundo.
Ascensión al Pico Abantos
TIEMPO DE IDA Y VUELTA: 4 horas
Dificultad: Moderada Alta
Km: 32 km
Desnivel: 1200 m
Ojo: fuertes pendientes superiores en algunos tramos al 17%
Ascensión al Pico Abantos
TIEMPO DE IDA Y VUELTA: 4 horas
Dificultad: Moderada Alta
Km: 32 km
Desnivel: 1200 m
Ojo: fuertes pendientes superiores en algunos tramos al 17%
QUE VEREMOS:
Rodaremos entre bosques de pino silvestres de considerable altura por carretera asfaltada en lamentable estado, con algunos agujeros que cabe la bicicleta.
Diversos miradores con unas vistas incomparables sobre el Monasterio del San Lorenzo.
Descenderemos por sendas y especial por las famosas zetas hasta alcanzar el fondo del valle hasta que te duelan las manos de sujetar el manillar.
Visita, si lo deseas al interior del Monasterio o tapear en las recoletas calles y plazas de El Escorial.
Solo queda disfrutar de esta ruta
del Monasterio de El
Escorial
por el increíble azul del
cielo.
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El 23 de abril de 1563, se colocó la primera piedra de este
ambicioso proyecto arquitectónico pero hubo que esperar hasta el
año 1971 para descubrirla de manera casual, durante la construcción de unas
nuevas cocinas en el monasterio donde se encontraba.
Aunque Felipe II construyó el Real Monasterio
para conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín y crear un
monumento funerario digno de los Habsburgo, la verdad es que fue convencido
por los clérigos para la edificación de este templo con la idea de que bajo los
muros del Escorial se encuentra una de las puertas de acceso al infierno y con
la construcción de esta obra sellaría una de las puertas de acceso al averno.
Un rey
visionario, grande en su trono pero pequeño ante Dios, se rodeaba de todo tipo
de reliquias que aun se conservan en el Monasterio. Cuentan que dormía con
su cama orientada a un armario lleno de huesos de santo y demás partes.
Unas pocas cifras bastan para hacernos
una idea de la magnitud del proyecto:
2.675 ventanas, 1.200 puertas, 88
fuentes, 16 patios y 89 escaleras.
El Monasterio del Escorial es una obra
renacentista, época en la que las construcciones se regían por criterios
racionalistas, pero se construyó bajo coordenadas astrológicas. Muchos lo
comparan con el Templo de Salomón. La planta tiene forma de parrilla en
honor a San Lorenzo quien fue martirizado en una.
Austero pero imponente, como
el mismo Rey que lo mandó construir.
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"El puerto de Malagón, conocido también como alto de Abantos o puerto de San Juan de Malagón, es un puerto
de montaña situado en la zona suroeste de la Sierra de Guadarrama (sierra perteneciente al Sistema Central).
Tiene
una altitud de 1.590 metros y separa las provincias españolas de Madrid y
Ávila, y la carretera comarcal que lo atraviesa comunica los municipios de San Lorenzo de El
Escorial (Madrid) y Peguerinos (Ávila).
Al oeste del puerto se extiende la sierra de
Malagón, la cual le da el nombre. El paso de montaña se ubica en la ladera sur
del Monte Abantos, por lo que constituye el punto de partida de un camino que
lleva a la cima de dicha montaña"
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"El Alto de
Abantos, ha sido y es un puerto de montaña de gran importancia en el panorama
ciclista español. Un gran número de ediciones de la Vuelta a España han pasado
por Abantos y ha sido final de etapa en muchas ocasiones. Está considerado
puerto de primera categoría."
Diversos puntos para iniciar esta ruta. Nosotros elegimos el área
recreativa junto al merendero el Tomillar 1 kilómetro antes de llegar a San
Lorenzo de El Escorial , donde hay espacio para aparcar, bancos, mesas de
picnic y fuente.
Los primeros metros
avanzan entre una zona de pinares y rampas asfaltadas que no superan el 5 por
ciento. Es un tramo no muy suave, para calentar las piernas e ir revolucionando
las pulsaciones.
Apenas un
kilómetro más arriba llega la primera decisión de considerable importancia: se
puede continuar recto por la vía para los vehículos, o girar a la derecha. En
nuestro caso se celebraba una competición de cronoescalada por lo que el paso a
la derecha estaba cerrado para cicloturistas. Se trata de una zona de curvas de herradura de fuerte pendiente de unos 3 km, pero ambos caminos se encuentran poco más adelante.
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A continuación una zona de sube, bajas, entre pinos hasta llegar a otra zona recreativa "El arboreto de Luis Ceballos" donde cogeremos la pista a la izquierda.
La carretera se empina de manera abrupta en un momento Las rampas del 17 por ciento, ahora sí, dan para pocas alegrías.
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Continuamos por la pista algo menos de un kilómetro hasta que se descubre un páramo verde salpicado por multitud de florecillas malvas de "Azafrán serrano” y en lo alto de un risco se alza la estilizada cruz pintada en blanco en homenaje al pintor Rubens, que en 1629 subió a esta peña a tomar bocetos para una de sus obras.
La
fuerza de sus pinturas hacen que pocos sepan el papel diplomático que Pedro
Pablo Rubens desempeñó
a lo largo de su vida. Fue por este segundo oficio por el que vino a Madrid en
el 1629, en un intento de mediar ante Felipe IV para que España alcanzase la
paz con Inglaterra.
Aquella
estancia duró nueve meses y permitió que haya en España muchas obras del pintor
holandés. Sólo salió en una ocasión de la capital,
para visitar el Monasterio del Escorial. Allí tuvo tiempo de encaramarse a la
sierra para pintar su conocida vista del Escorial.
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Es un sitio que hay que visitar al menos una vez en la vida porque no deja indiferente. Nunca tendremos la posibilidad de encontrarnos ante tantos reyes juntos (la cripta real es uno de esos lugares que pone el pelo de punta pero por el que es inevitable sentir una morbosa curiosidad).
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Lleno de historia, sobrecogedor en sus dimensiones
no te dejara indiferente.
Pero el
Escorial es mucho más que el Monasterio. El pueblo permanece inmune al paso del
tiempo. Sus calles empedradas, sus casas de estilo herreriano y sus
características cuestas para ponerse en forma hacen que El Escorial sea uno de
los sitios con más encanto de Madrid.
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