RINCONES DE ARAGÓN: HAYEDO EL BETATO





Hayedo el Betato

TIEMPO DE IDA Y VUELTA:       4 horas
DIFICULTAD:                   Fácil

KM:                         12,9


El Bosque del Betato es un lugar mágico y lo es por su belleza y por su leyenda; su significado lo dice en aragonés: lugar prohibido.

Es uno de los 15 bosques más bonitos de España y pasear sobre la alfombra de hojas secas caídas de sus legendarias hayas y robres centenarios es una delicia.

Este bosque es uno de los mayores espectáculos visuales de la naturaleza cuando el otoño decide cambiar el color de sus hojas, cremas, ocres, oros y granates hacen acto de presencia antes de que el invierno traiga su manto blanco.




El Bosque del Betato esta lleno de misterios:

Cuando alguien penetra en el interior de su espesura, se ve rodeado de cambiantes destellos de luces de sol, sombras voladoras de pájaros, pisadas huidizas de jabalíes, el silbido del viento entre las ramas y los tonos variadísimos de sus crujidos… todo un mundo de secretos que sobreponen el alma y castiga la mente con preguntas sin respuestas.

Tramacastilla se encuentra situado en el valle de Tena, un precioso pueblo, a 1224 metros de altitud, escondido entre pinares, robledales, prados y hayedos. 

En la perspectiva, dos picos arrogantes y soberbios: la Peña Telera y la Peña Blanca y a sus pies las aguas mansas del Pantano de Bubal. El municipio, integrado en armonía con la arquitectura pirineáica de piedra y madera, alberga casonas de noble porte, muros, ventanales y balaustradas son de inesperada belleza.

         En este lugar han vivido brujas, se preparaban pócimas con plantas mágicas y se realizaban alquimias hechizantes. Entre 1637 y 1642 una epidemia de brujería se cierne sobre el pueblo de Tramacastilla. La inquisición toma partido y es necesario hacer un exorcismo colectivo. La leyenda cuenta… que junto a la puerta de la Iglesia hay una piedra que un día al año no puede pisarse, y quien la pise…quedara embrujado.
            

Nuestra ruta empieza junto al  Ayuntamiento de Tramacastilla de Tena seguimos la calle asfaltada hasta la salida del pueblo por una pista de tierra. Ignoramos las dos primeras pistas que parten a la izquierda y luego a la derecha para continuar de frente hasta encontrar el mojon de hierro.






Cruzamos el barranco de Gorgol por un puente, momento que aprovechamos para disfrutar de la arquitectura de las aguas en el trazado de las piedras. 





Poco después vemos una senda ancha que sale a nuestra derecha y se introduce en el bosque. Los robles y las hayas nos encierran a nuestro alrededor de un verde agresivo.  En otoño, un manto ocre, tejido de hojas caídas alfombra nuestro caminar. Su crujido nos retorna a la infancia cuando saltábamos de charco en charco.



















         La senda asciende unos 100 mts a buen nivel. Seguimos hasta llegar a un cruce.

         A la diestra la ruta continua hasta el ibon de Piedrafita, si tomamos la siniestra retornamos al pueblo. Nosotros seguimos subiendo hasta alcanzar una amplia pista hasta encontrar el Arroyo del Ibon. En su margen derecho, aguas arriba, el arroyo sigue una senda que nos conduce directamente al ibon. Para los más peques quizá sea aconsejable retornar por la izquierda.
























Bajo la Peña Telera, el lago azul situado entre las montañas, es un buen lugar para el descanso y el almuerzo.




         
 La vuelta la realizamos por el mismo sendero hasta el cruce donde tomaremos el camino a Tramacastilla para realizar una visita turística y comer esas sabrosas chuletas a la brasa o unas frescas truchas recién pescadas.

Y por supuesto… si encontráis el caldero humeante de alguna bruja extraviada no os acerquéis o caeréis en el hechizo de este valle encantado.






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