BASA DE MORA
Para muchos,
este Ibón,
es el lugar más bello del Pirineo.
Rodeado por la extraña e impresionante apariencia del promontorio
rocoso del Cotiella, de aspecto sobrenatural y lunar, aparenta ser la morada de
los dioses.
Un lugar perfecto para soñar, en
silencio, solo roto por la nieve contrayéndose, admirando el bailar de las
ondas del lago batiendo dulcemente sobre la verde arista de la piedra carcomida
por su friega y una sensación de amplitud, que llega del cielo azul profundo
reflejado en un fondo insondable y misterioso.
Su nombre en el valle, la Basa de la Mora, proviene
de una adaptación medieval de la leyenda pre cristiana de la Dama del Lago:
según se cuenta, una mujer musulmana llegó aquí huyendo de las luchas entre
moros y cristianos, y se perdió.
Su espíritu permanece en el
Ibón, y las personas puras de
alma aún pueden verla surgir
del agua al amanecer de la noche
de San Juan. Los habitantes
de los pueblos del valle suben esa
noche a su cita anual con la
Dama, y purifican su alma
lavándose en el agua del
lago con el primer rayo de sol.
Como
dicen las abuelas del valle a sus nietos: Si es que subes alguna mañana de San
Juan al Ibón, y no la vieses, habrás de pensar en lavarte el alma...
Sólo los ojos limpios ojos limpios
pueden ver
a la princesa mora de las cumbres.
“BASA DE LA
MORA.”
Así
llaman al ibón de Plan en el valle de Chistau.
Aguas
de un lago donde habita una reina mora, un ser femenino fantástico que,
mostrando serpientes de reflejos metálicos, que rodean su esbelto cuerpo, danza
cada amanecer el día de San Chuan, sobe las aguas de uno de los muchos lugares
mágicos que tiene el Pirineo.
¿Cómo
llegó esta mora hasta este lugar?
Se
supone que es el espíritu de una mujer musulmana que se perdió en las montañas
huyendo de las violentas luchas entre moros y cristianos, y su espectro quedo
preso en este ibón, aunque no todo el mundo la puede ver.
Únicamente las personas
buenas y sin pecados
disfrutaran de esta visión,
cuya creencia da
nombre incluso al ibón, ya
que la zona se le conoce
como Basa de Mora,
El Ibón de Plan también conocido
como “Basa de la Mora”, es
considerado como uno de los
ibones más bellos del pirineo.
El
ibón se encuentra emplazado en un entorno majestuoso arropado por enormes moles
pétreas y grandes cháncales de piedra alternados por bosques de pino negro y
verdes praderas a sus orillas.
Subir caminando desde Plan hasta el
ibón del mismo nombre supone una
excursión fabulosa, especialmente
en
los tramos finales cuando ya se
empieza a ver dicho ibón.
¿Cómo
llegar?
Antes
de llegar a Bielsa, parte de la A138 el desvio
que
se adentra en el Valle de Chistau.
Tras
salvar los estrechos que abre el rio Cinqueta
nos
encontramos con la primera población del
valle:
Saravillo. Esta será la opción más cómoda,
asequible
para una excursión con niños
El
rio Cinqueta tiene una longitud de 28 km, con agua que proviene exclusivamente
del deshielo de las montañas. Hasta San Juan de Plan transita bastante
encajado. Un km antes del pueblo se encuentra el puente conocido como
“Pecadors” que salva una garganta de unos 60 mts de altura por la que pasa el
río y en la que crecen tilos y avellanos bordeados de musgos y helechos.
Desde
la margen izquierda del río un camino conduce a las antiguas minas de cobalto y
al ibón del Sen con abundantes bordas. En este puente reza una inscripción, en
fabla.
Desde
la misma localidad de Saravillo sale una pista en buen estado —siempre que
conduzca con precaución y sabiendo que una pista no es una carretera— que en
unos doce kilómetros nos llevará hasta la cabaña de Lavasar.
Pero antes de dejar Saravillo no
dejéis de
degustar este maravilloso queso.
Seguro lo agradecerás junto al Ibón.
Con
pan y queso se hace el camino.
No
abandonamos la población y preguntamos donde se encuentra
el
Churro Fornos, un espectáculo en primavera cuando el agua
presionada
sale de la piedra desde el macizo de Cotiella a 3000
mts, por el subsuelo.
Continuando,
habremos de seguir siempre por la pista principal
dejando
a un lado el desvío a la derecha que va a San Miguel y
otro
más que va a Santa Isabel.
Cabaña
de Lavasar
Nos
encontramos en el collado del Ibón. Estaremos a 1.930 m de altitud. Allí, en
una pradera, se encuentra el refugio forestal de Lavasar, propiedad del Ayuntamiento
de Plan.
Se
trata de una pequeña cabaña libre, con chimenea, recientemente rehabilitada y
con capacidad para unas ocho personas.
Existe
una toma de agua en las inmediaciones en medio del bosque, a unos 50 metros al
norte del refugio. Para quien quiera dormir allí para realizar
excursiones
a la mañana siguiente hay que ir provisto de saco y esterilla para acomodarse
en el suelo.
Una
vez aparcado el coche cerca del refugio hay que tomar la senda marcada que desciende
hacia el este. Atravesando una amplia pradera, en
apenas
veinte minutos de un cómodo sendero, sin apenas desnivel, llegamos a la orilla del
Ibón (1.913 m).
El
estado de la pista es muy variable dependiendo de la época del año, siendo
frecuente la existencia de nieve hasta bien entrada la primavera.
La
pista atraviesa dos barranqueras sin puente por lo que es posible que tras tormentas
de cierta intensidad puedan ser infranqueables con turismos convencionales,
Pero en vez de quedar atónitos delante de tanta belleza,
una vez descansado, recomendamos realizar lo que pocos se
aventuran a realizar: recorrer la orilla para llegar a la
cola del ibón.
Esta
visión es tan espectacular, aún más si cabe, que
parecemos
estar rodeados de montañas de los Alpes donde
el
paisaje circundante es reflejado en las mansas aguas.
Pinos negros, abetos y
montañas parecen sacados de
los dibujos de Heidi.
Desde
la cola del embalse de Plan puede realizarse la
excursión
por otras dos vias. Nosotros hemos elegido la más sencilla para realizarla con
niños y adentrarlos en la belleza del Pirineo y en sus
leyendas.
La
primera de ellas, por supuesto más dura y exigente,
una
senda de fuerte pendiente asciende hasta el ibón
salvando
un desnivel de 950 mts. De unas tres horas de
duración.
La segunda opción de alcanzar
el ibón, totalmente a pie
también, parte desde Saravillo
a través del sendero GR-
15. Se trata de una opción con
mayor distancia y menor
pendiente que la anterior si
bien salva un desnivel
similar
Y el día de san Juan, al
amanecer, poco antes de la
salida del sol, cuando el
alba empieza a despuntar…
Las
aguas verdes y azules, se empiezan a mover.
Al
principio, despacio,
Y
poco a poco más deprisa, formando un remolino
vertiginoso.
Y
en el mismo instante en que aparece el primer rayo
de
sol, lamiendo las crestas…
… se levanta, lentamente del centro un forma
brillante.
Y
cuando el sol se ha extendido por todo el
azul
del la basa, esa forma brillante se transforma en
una
mujer.
Al
momento empieza una danza mágica, armoniosa, que
embelesa.
Se
desliza tan ligera como el aire.
Dicen
que
es
el alma pura de una princesa mora que se perdió en
las
montañas del valle del reino de Aragón huyendo
de
la guerra.
La
figura, vestida de blanco, alza un arco de madera, y
mientras
danza, los sonidos del valle se callan.
Fue el día de San Juan, poco
antes de la salida del sol…
Y Yo lo vi.
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